Utiliza rasgueos descendentes en los cuatro tiempos, pero incluye también uno ascendente entre el tercero y el cuarto.
Este patrón requiere rasgueos descendentes y ascendentes. Mantén la muñeca relajada para que los rasgueos ascendentes suenen naturales y uniformes.
No es necesario que rasguees todas las cuerdas en cada acorde: concéntrate en las graves en los ataques descendentes y en las agudas en los ascendentes.
Puedes silenciar los acordes tocándolos ligeramente con cualquiera de las dos manos
¡A algunos guitarristas les gusta usar las dos!
En la parte central de cada compás, la mano sigue rasgueando las cuerdas mientras los dedos que trastean se apoyan ligeramente en ellas para apagarla.
Deja que la mano del mástil se apoye ligeramente sobre las cuerdas para apagarlas, lo que creara un sonido más suave.
Cuando dejes de apagar las cuerdas, los siguientes acordes sonaran aún más potentes por contraste ¡Muy efectivo!