Patrones de rasgueo

NO CAIGAS EN LA SIMPLIFICACIÓN GROSERA
UN RASGUEO SENCILLO, NATURAL Y BIEN TOCADO ES MÁS RARO DE LO QUE EN PRINCIPIO PODRÍAS PENSAR


Quizás sean las guitarras solistas las que atraigan la atención más inmediata, pero es la guitarra rítmica la que, junto con el bajo y la batería, constituye la base del grupo.

Como en el caso de los bateristas, la cualidad más importante para formar parte de la sección rítmica de un grupo es la habilidad para tocar a tiempo durante toda la canción.

Como instrumentista rítmico también hay que tener cuidado de evitar los peligros más comunes entre los guitarristas novatos: reducir la velocidad en las secciones difíciles y acelerar en los fragmentos más fáciles. 



RASGUEO SENCILLO

Para desarrollar un sentido firme del pulso y el tempo es mejor empezar con patrones de rasgueo muy sencillos.

Cuando te sientas seguro tocándolos de una forma fluida y a tiempo, te resultará más fácil añadir variaciones rítmicas en una fase posterior.

Incluso un patrón aparentemente sencillo de cuatro rasgueos por compás puede sonar horrible si el tempo flaquea o si contiene un acorde mal presionado.

Antes de pasar a los ejemplos, ten esto presente: en la mayoría de los estilos musicales suele ser mejor enfatizar el primer tiempo de cada compás con un rasgueo descendente ligeramente más fuerte. Esto comunica a la música una sensación de forma y ayuda a reforzar la métrica.



EFECTOS RÍTMICOS

Utilizar rasgueos descendentes en los tiempos fuertes del compás y ascendentes en los tiempos débiles es una forma efectiva de empezar a hacer ritmo (ej. 2 y 3), pero una vez que domines esto, experimenta diversas combinaciones de rasgueos abajo y arriba para que tus ritmos sean más creativos (ej. 4).

Además, recuerda que si incluyes algunos silencios entre los acordes conseguirás que la experiencia sea más agradable para el oyente (ej. 5).

Otra opción es añadir algunos rasgueos percusivos; para hacerlo, tienes que seguir tocando con la mano del rasgueo y apagar las cuerdas en el diapasón con la de los trastes.

Esto dará variedad a los acordes sin que la interpretación pierda fuerza (ej. 6).

Como alternativa, apaga las cuerdas mientras rasgueas presionando ligeramente la parte lateral de la mano que rasguea contra las cuerdas cerca del puente, lo cual te permitirá crear nuevos dinámicos (ej. 7). 


Utiliza un rasgueo descendente para cada tiempo del compás, pero acentúa ligeramente el primero para darle al patrón una forma definida.